Un lobo en busca de caricias

Marcus se encontraba realmente aburrido, hoy los espíritus no estaban de humor para respoderle o jugar con él y practicar hechizos de mágia complicados no estaba en sus planes, suficiente había tenido de ellos el día anterior con todo y los reclamos de su padre. Asi que siendo la noche aún joven y sin ganas de nada más, miró a su alrededor cuidado de que nadie lo viera y adoptó su forma favorita, un hermoso y esplendoroso lobo blanco de ojos azules y empezó su aventura por el pueblo caminando entre las calles de forma tranquila, tan solo observando las calles con curiosidad.

Yacía la noche oscura y hermosa. Envolvente y magestuosa. Eran justo éstas noches las que le agradaban a Liam.

Caminaba deambulando sin preocupación por la tranquila Norwish. Iba habitualmente vestido, solo que ésta vez dejó el sombrero y el bastón en casa. Salió de casa, solo escuchando a su madre hablarle de sus responsabilidades. Ya era suficiente con todo eso, necesitaba algo de verdadero placer. Obviamente, los Von-Reed le exigían un matrimonio, ya que a sus 25 años no tenía...una chica a quien pretender. Puaj! Esas criaturas horribles le inspiraban enojo y antipatía. Eran tan solo repugnantes. Él prefería...algo más fornido, un poco menos curvo y menos manipulable.
Su cabello plata relucía con la luz de la luna, mientras que sus ojos ámbar eran tan agudos para ver las sombras en la oscuridad. Ya había torturado y matado a un par de vírgenes que se creyeron lo suficientemente valientes para andar por las calles oscuras. Así que buscaba más diversión por ahí.

Divisó a lo lejos un blanquecino pelaje, muy familiar, y torció la boca bastante contento de toparse con ésta criatura justo ese día.

Ya había deambulado por las calles buscando algo con lo cual entretenerse pero hasta ahora nada había logrado captar su atención. Nada hasta que su fino olfato captó un aroma, buscó con la mirada al dueño de tan peculiar olor y al toparse con su mirada sonrió de medio lado y con paso tranquilo se acercó al hombre.

-¿Tomando un paseo Von-Reed? -Inquirió el lobo entre susurros por si algún humano se encontraba cerca. Luego estornudó- Apestas a sangre... -No es que le desagradara ese aroma pero al tener el olfato tan sensible le provocaba nauseas.

-¿Tomando un paseo Von-Reed? -Inquirió el lobo entre susurros por si algún humano se encontraba cerca. Luego estornudó- Apestas a sangre... -No es que le desagradara ese aroma pero al tener el olfato tan sensible le provocaba nauseas.

-Vaya que si eres hermoso.-Dijo sin ninguna clase de problema.-Am, doy un paseo. Es habitual que lo haga, pero hoy es excepcionalmente agradable. Temía que fuera aburrido como otros días.

El lobo estornudó.

-¿Um? Sangre, sí. Vírgenes inmundas. Me siento asqueroso con su sangre, pero no puedo evitar violarlas y degollarlas. Me dan tantas nauseas...-Divagaba un poco, nuevamente sin consideración de quien sea que pueda escuchar. Sabía, de todos modos, que la gente temía salir por las noches.-¿Y qué te parece, Blackwood? Excelente noche para deambular.-Dijo por último para ofrecerle una caricia en ese pelo blanco tan hinoptizante.

-¿Um? Sangre, sí. Vírgenes inmundas. Me siento asqueroso con su sangre, pero no puedo evitar violarlas y degollarlas. Me dan tantas nauseas...-

Escuchó atentamente su pequeño dialogo consigo mismo.

-En lo personal no tengo nada contra las féminas, después de todo provengo de una -Dijo con indiferencia-

-¿Y qué te parece, Blackwood? Excelente noche para deambular.

-Ya lo hice y tanta tranquilidad me fastidia -se sienta sobre sus patas traseras y mira con molestia las calles vacías- No hay nada divertido -bufa con molestia-

-En lo personal no tengo nada contra las féminas, después de todo provengo de una -Dijo con indiferencia-

-Lo sé, Marcus. Mi madre no es con presición la mejor persona de Inglaterra. Después de todo, está demente.-Contestó.

-Ya lo hice y tanta tranquilidad me fastidia -se sienta sobre sus patas traseras y mira con molestia las calles vacías- No hay nada divertido -bufa con molestia-

Liam notó la molestia de Marcus. No es como si quisiera ocultarla, de todas formas.

-Ésta ciudad es tan monótona. Por eso prefiero salir y ocuparme me buscar mi diversión-Torció la boca de nuevo, mirándolo insinuante.-La magia en casa es...aburrida. Y mi familia es tan molesta.-Miró de nuevo al lobo molesto. Sentía dentro de sí una especie de revoltura entre lujuria y algo más. El Marcus de forma humana era tan bello, y en su forma animal era tan majestuoso e imponente.-Am. ¿Qué diversión pretendías encontrar? Quizás podamos lanzar algunas maldiciones sobre los niños de Norwish.

Obviamente, los pensamientos de Von Reed comenzaban a tornarse subidos de tono, y buscaba alejar esas imágenes de su cabeza, así que continuó la conversación casual.

-Am. ¿Qué diversión pretendías encontrar? Quizás podamos lanzar algunas maldiciones sobre los niños de Norwish.

Aquella mirada insistente y extraña de Liam le incomodaba de cierta forma. Sintió de pronto que su magia empezaba a llegar al límite por lo que optó por volver a su forma humana, ya estando en ella se podía notar la leve diferencia de estaturas entre él y el mayor. Se acomodó las solapas y los puños de sus mangas largas y se sacudió el leve polvo en su pantalón, detestaba verse sucio.

-Pues, hoy no está en mis planes fastidiar a los pueblerinos -también se peinó su largo cabello con los dedos y le miró con esa seriedad y reserva que le caracterizaba- solo esperaba encontrar alguien con quien retozar un rato -se encogió de hombros-

Marcus regresó a su forma habitual, permanecer como un animal gasta mucha magia.

-Pues, hoy no está en mis planes fastidiar a los pueblerinos -también se peinó su largo cabello con los dedos y le miró con esa seriedad y reserva que le caracterizaba- solo esperaba encontrar alguien con quien retozar un rato -se encogió de hombros-

Era evidente que Marcus tenía una estatura...poco común. Es decir, para su edad. Aunque Liam era "alto", a los años que tiene, por lo menos debía tener la estatura del chico.
Miró un poco como se sacudió, se peinó y le correspondió la mirada.

-Bien, de verdad es divertido.-Sonrió un poco.-Estás de suerte, Blackwood. Yo podría ser ese alguien.-Obviamente su carácter le permitía ser tan descarado como quisiese. Y claro, que por lo que iba era ese pequeño lobo blanco.

-Bien, de verdad es divertido.-

-Eso no lo dudo, no hay nada más divertido que usar magia para torturar a simples humanos -Sonrió socarronamente- Es solo que me han fastidiado el día y solo quiero descargar mi frustración follando con alguien.

-Estás de suerte, Blackwood. Yo podría ser ese alguien.-

-¡Oh! ¿En serio? -le miró con cierta sorpresa que de inmediato transformó en una mirada pervertida- Debes saber que no soy de los que muerden la almohada -rió ante su propio comentario.-

-Eso no lo dudo, no hay nada más divertido que usar magia para torturar a simples humanos -Sonrió socarronamente- Es solo que me han fastidiado el día y solo quiero descargar mi frustración follando con alguien.

Alzó una ceja con ese comentario que llamó su atención. Justo a donde quería llegar.

-¡Oh! ¿En serio? -le miró con cierta sorpresa que de inmediato transformó en una mirada pervertida- Debes saber que no soy de los que muerden la almohada -rió ante su propio comentario.-

Rió un poco también. No quería admitir que el prefería "morder almohadas", ya que debía mantener una reputación.

-Podemos arreglar eso-Se encogió de hombros, con sonrisa sarcástica.-Casualmente, yo estoy libre y dispuesto a satisfacer necesidades o deseos de mis colegas.-Miro para todos lados.-Oh, parece que eres el único aquí.

-Podemos arreglar eso-

-¿Ah si? -Le miró con una ceja curveada.

-Casualmente, yo estoy libre y dispuesto a satisfacer necesidades o deseos de mis colegas.-

Imitó su gesto mirando también a todos lados.

.-Oh, parece que eres el único aquí.

Contuvo una buena carcajada, pues se le hizo absurdo su comentario, era obvio que ahi en esos precisos momentos eran los únicos. En primera porque los aldeanos jamás se andaban por las calles a esas horas y en segunda porque probablemente sus compañeros brujos andaban ocupados en sus propios asuntos. Aunque le extrañaba un poco el hecho de no haberse encontrado con algún cazador hasta ese momento.

-¿Apenas te das cuenta de que tu y yo somos los únicos aquí? -No pudo evitar el hacer el comentario con una sonrisa contenida- Bien, bien ¿Algún lugar en especial al que podamos ir sin tener que preocuparnos por meternos en "problemas"? -le dijo aquello con la clara intención de referirse a los cazadores como problemas-

-¿Apenas te das cuenta de que tu y yo somos los únicos aquí? -No pudo evitar el hacer el comentario con una sonrisa contenida-

Su pregunta le hizo reír.

-¿No comprendes el sarcasmo, Marcus? Claramente somos los únicos, por eso es tan aburrida la noche.

Bien, bien ¿Algún lugar en especial al que podamos ir sin tener que preocuparnos por meternos en "problemas"? -le dijo aquello con la clara intención de referirse a los cazadores como problemas-

-Podemos ir a la mansión. Ahí tendremos completa comodidad, bebidas si deseas y algunas otras cosas.-Claro que lo quería en su casa. El aroma de Marcus Blackwood en su habitación le parecía que sería exquisito.-Sin cazadores ni otra distracción.-Y casualmente, queda lo suficientemente cerca.-Y señaló al norte, donde, de entre todas las casas medio sobresalía una lúgubre mansión igualmente vieja, propiedad de Cedric VonReed, su padre.-¿Aún guardas algo de magia y energía para transformarte en lobo?

-Podemos ir a la mansión. Ahí tendremos completa comodidad, bebidas si deseas y algunas otras cosas.-

-¿No crees que tu madre nos corra si escucha que hay "ruidos extraños" en tu habitación? -se pone frente a él y al tomarlo por la barbilla le planta un fugaz beso. Sabía que desde que se conocieron que no le era indiferente al mayor y que sentía una muy notable atracción hacia él, por lo que no dudaba en seducirlo un poco.

Sin cazadores ni otra distracción.Y casualmente, queda lo suficientemente cerca

-Esta bien, me haz convencido -Y si el mayor estaba dispuesto a darle un rato de "diversión" el estaba dispuesto a aprovecharla- Sé que vives por ahí, somos casi vecinos -sonrió señalandole hacia el Noroeste por donde quedaba la mansión Blackwood-

-¿Aún guardas algo de magia y energía para transformarte en lobo?

-Solo la suficiente como para llegar a la puerta de tu mansión ¿Nos vamos?

-¿No crees que tu madre nos corra si escucha que hay "ruidos extraños" en tu habitación? -se pone frente a él y al tomarlo por la barbilla le planta un fugaz beso. Sabía que desde que se conocieron que no le era indiferente al mayor y que sentía una muy notable atracción hacia él, por lo que no dudaba en seducirlo un poco.

-No, porsupuesto que no, mi madre es...-Estaba respondiendo, cuándo fue interrumpido por un beso que no esperaba, que claro, correspondió.

-Esta bien, me haz convencido -Y si el mayor estaba dispuesto a darle un rato de "diversión" el estaba dispuesto a aprovecharla- Sé que vives por ahí, somos casi vecinos -sonrió señalandole hacia el Noroeste por donde quedaba la mansión Blackwood-


-Pero claro.-El recordatorio le hizo recuperar la compostura, y aclararse la garganta.

-Solo la suficiente como para llegar a la puerta de tu mansión ¿Nos vamos?

Le sonrió, aunque por dentro no sabía si podía llegar a la mansión. Con todo ese deambular y gasto innecesario de poder, quizás una transformación sería mucho. Muy en el fondo, esperaba poder llegar. Aunque su familia era pudiente, y su poder como brujos era poderoso de hace siglos, lo que Liam no podía contener era el derroche. Y eso es algo no tan fácilmente se recupera, requiere de ciertos sacrificios y, aún más, de invocaciones con otros brujos.
Extendió sus manos a los costados, respiró nervioso, esperando a que Marcus no lo notara, y recitó algunas palabras. Sus ojos se tornaron carmesí, como era de esperarse, y finalmente su cuerpo se redujo al de un ave negra.
Lo consiguió, pero con un doloroso punzar en su cuerpo.

Spoiler:

A las puertas de la Mansión VonReed, sobrevolaba un cuervo tambaleante, quien apenas lograba llegar al suelo.
Se transformó en aquél muchacho de cabellos platas, jadeante y adolorido.

-Por los mil demonios, ésto sí me va a costar caro. El anciano me va a empalar cuándo le diga de ésto.- Abrió la reja chillona de la entrada y volvió su vista a su alrededor, buscando a su acompañante para una noche que realmente esperaba disfrutar.

Llegó un poco después del peliplateado, suficiente poder habia derrochado al haber estado transformado tanto tiempo y apenas se detuvo detrás del mayor, volvió a su forma humana, un leve mareó lo atacó y le hizo dar un paso vacilante. Por poco y se sostenía del hombro de Liam pero se abstuvo y observó al mayor

-¿Tan poco aguante tienes Von Reed? -Dijo a modo de burla para no hacer notar su propia debilidad- Vamos -le palmeó la espalda- La noche apenas comienza y todavía tenemos mucho por hacer.

-¿Tan poco aguante tienes Von Reed? -Dijo a modo de burla para no hacer notar su propia debilidad- Vamos -le palmeó la espalda- La noche apenas comienza y todavía tenemos mucho por hacer.

Y ahí estaba Marcus, regresando a su forma humana.

-No creas que soy tan débil.-Sonrió, aunque jadeante, ya recuperando el aliento.-Admito que he derrochado energía en brujería innecesaria. Pero vámos, no soy débil. No por nada soy un Von Reed.-Extendió la mano- Después de tí, Marcus.

-No creas que soy tan débil.-Sonrió, aunque jadeante, ya recuperando el aliento.-Admito que he derrochado energía en brujería innecesaria. Pero vámos, no soy débil. No por nada soy un Von Reed.-Extendió la mano- Después de tí, Marcus.

-Esta bien, solo molestaba un poco con eso. Después de todo yo también he malgastado mi magia desconsideradamente al transformarme -suelta un profundo suspiro- Ahh pero nada que no pueda recuperarse -sonríe levemente- Muy amable de tu parte para ser un orgulloso y pretencioso Von Reed -le dijo ante su ofrecimiento y adelantó su paso entrando por la reja abierta- Bien señor Von Reed a partir de aquí yo le sigo -se detuvo delante de él-

-Esta bien, solo molestaba un poco con eso. Después de todo yo también he malgastado mi magia desconsideradamente al transformarme -suelta un profundo suspiro- Ahh pero nada que no pueda recuperarse -sonríe levemente- Muy amable de tu parte para ser un orgulloso y pretencioso Von Reed -le dijo ante su ofrecimiento y adelantó su paso entrando por la reja abierta- Bien señor Von Reed a partir de aquí yo le sigo -se detuvo delante de él-

-Bien, supongo que tenemos eso en común también.-Sonrió, acomodó su cabello y siguió avanzando para la puerta.

Abrió las puertas de la mansión, y se encontró con una de las criadas.

-Joven Liam, qué bueno que está en casa, su madre ha estado preguntando por usted.-Dijo ella

-Que no moleste, tengo un invitado.-Se giró hacia su acompañante.-Por aquí, Marcus.-Ignoró por completo a la mujer.

Caminó hacia el fondo del salón, que tenía muebles y cosas viejas. Las paredes tenían un acabado de miedo. El piso estaba lustroso y la chimenea encendida. Estaban las escaleras alfombradas de rojo y comenzó a subir, volteando de vez en cuándo a Marcus.

-Joven Liam, qué bueno que está en casa, su madre ha estado preguntando por usted.-Dijo ella

Marcus sonrió amablemente a la chica que los recibió dándole a su compañero aquel mensaje.

-Que no moleste, tengo un invitado.-Se giró hacia su acompañante.-Por aquí, Marcus.-Ignoró por completo a la mujer.

Le siguió en silencio mientras lo guiaba hacia su habitación, observando con curiosidad y fascinación cada detalle de aquella antigua y ligeramente tenebrosa mansión.

-Me gusta tu casa Von Reed, todos esos acabados la hacen lucir escalofriante -comentó fascinado- Si vieras la mía, es como la típica mansión pulcra de cualquier rico. -le siguió escaleras arriba y se detuvo al tiempo que su anfitrión lo hacia frente a una puerta, supuso esa era su habitación-

-Me gusta tu casa Von Reed, todos esos acabados la hacen lucir escalofriante -comentó fascinado- Si vieras la mía, es como la típica mansión pulcra de cualquier rico. -le siguió escaleras arriba y se detuvo al tiempo que su anfitrión lo hacia frente a una puerta, supuso esa era su habitación-

-Oh, gracias, qué amable de tu parte.-Contestó aquél elogio-Mi madre quiere conservar el misterio. Está demente. He de suponer con esa apariencia limpia sueles tener así tus pertenencias.

Mientras hablaba, Liam abría la puerta de su habitación. La cama grande, situada en medio junto a la pared, con colchas que se veían bastante cómodas, y cortinas de seda, como si se tratase del lecho de una princesa. Había ventanales que daban a Norwish. El piso alfombrado le daba un toque cómodo. Había un escritorio, con tinta, papeles escritos y dibujos acompañados de un vino tinto sobre él. Había libreros en el rincón, lleno de libros de magia y hechicería. Y, sobre el escritorio, en la pared, se encontraba una pintura...al parecer la familia Von Reed.

Encendió un poco de luz con un quinquet* en la mesa de noche y luego comenzó a quitarse el saco.

-Adelante, ponte cómodo. ¿Gustas una copa?Tinto, español de Priorat.-Ofreció Liam, mientras sacaba de un cajón una copa de vidrio.

*

Spoiler:

Ingresó a la habitación y miró con sorpresa el interior tras ser iluminado.

-¡Vaya, excelente habitación. Tal y como era de esperarse de ti! -Volvió a elogiarlo-

-Adelante, ponte cómodo. ¿Gustas una copa?Tinto, español de Priorat.-

-Por supuesto -sonrió mientras se desabrochaba los primeros botones de su camisa- ¡Oh! No gracias, no me gusta beber, me pone algo torpe y eso no me sirve -sonriendo se acercó peligrosamente a él y aun con copa en mano le tomó del cuello de su camisa y tiró de él para volver a besarlo, la primera vez que los probó le habían gustado y deseaba más de ellos. Mordió su labio inferior obligándolo a emitir un quejido y con eso le bastó para invadir su cavidad con su lengua-

-Por supuesto -sonrió mientras se desabrochaba los primeros botones de su camisa- ¡Oh! No gracias, no me gusta beber, me pone algo torpe y eso no me sirve -sonriendo se acercó peligrosamente a él y aun con copa en mano le tomó del cuello de su camisa y tiró de él para volver a besarlo, la primera vez que los probó le habían gustado y deseaba más de ellos. Mordió su labio inferior obligándolo a emitir un quejido y con eso le bastó para invadir su cavidad con su lengua-

Vió como desabontonaba su camisa. Apenas tuvo tiempo de dar un sorbo a su vino, cuándo sintió el aroma de Marcus acercandose y envolverle con sus labios e invadir su boca. Una de sus manos, voluntariamente lo agarró de la camisa para acercarlo aún más, y luego colarse de entre sus cabellos hacia su nuca. Sus lenguas jugaban una con otra, y Neri comenzaba a ahogarse e intentaba tomar aire de vez en cuándo. Iba retrocediendo a la vez que correspondía el beso, pronto estarían al pie de su cama.

Esa pequeña inicitativa del mayor por guiarlo hacia el pie de la cama donde al sentir que ya habían llegado no dudó ni un segundo en empujarlo contra ella haciéndolo caer de espaldas al suave colchón.

-Oh Liam... -murmuró con voz notablemente ronca y erótica, se monta sobre la cama poniéndose de rodillas colocándolas a ambos costados de las caderas del mayor- Esto se va a poner interesante -rápidamente le abrió su camisa y tras quitársela hizo un nudo con ella en sus manos para dejarlo inmovilizado y mirando con lascividad su ahora torso desnudo-

-Oh Liam... -murmuró con voz notablemente ronca y erótica, se monta sobre la cama poniéndose de rodillas colocándolas a ambos costados de las caderas del mayor- Esto se va a poner interesante -rápidamente le abrió su camisa y tras quitársela hizo un nudo con ella en sus manos para dejarlo inmovilizado y mirando con lascividad su ahora torso desnudo-

La acción de Marcus sobre su cuerpo le excitó bastante. Soltó su copa, que cayó al piso. Ahora se encontraba sobre su propia cama, con un chico sobre él e inmovilizado, sin mencionar que estaba ya semi desnudo.

-¿Interesante? Quiero ver acción.-Claramente tendía a ser desafiante. Estaba esperando algo duro, salvaje, sin titubeos. Marcus era de esos chicos que se desahogaban bastante bien en la cama, y a Neri no le desagradaba esa actitud.

Relamió sus labios, que aún sabían a vino. Su miembro ya estaba bastante duro, y sentir el cuerpo del pelinegro sobre el, lo ponía aún más erecto.

-Veamos que puedes hacer conmigo, Marcus. No soy fácil.-

-¿Interesante? Quiero ver acción.-

-Y la tendrás mi estimado Neri... -le susurra al oído al momento de inclinarse para luego lamer su oreja y morder su lóbulo con fuerza-

-Veamos que puedes hacer conmigo, Marcus. No soy fácil.-

-Acepto el reto -Sonrió desafiante. Movió un poco sus caderas al sentir la prominente erección del mayor- Veamos qué objeto podemos encontrar para hacerlo más interesante... -se quitó de encima de él y comenzó a buscar cualquier cosa entre sus cajones, encontrando un látigo, cinturones de varios tamaños, sogas y una vela- Vaya, vaya, si que eres todo un sádico... -sonrío colocando los objetos sobre la cama, tomó las sogas, desató la camisa de sus manos y la sustituyó con la soga, amarró sus muñecas y las ató a la cabecera, como le sobró un buen tramo la cortó y con estas ató sus pies en la base de la cama- ¿Listo para la acción? -le preguntó con voz juguetona.